El día de la maratón nos levantamos muy temprano.Conforme nos acercábamos a la zona de salida en el campus de la universidad de California,veíamos a otros participantes vagar por sus calles vacías,perplejos,casi sin hablar.Unos cambiándose de ropa,otros apurando su botella de agua,y la mayoría con la pregunta inconsciente de que pasaría después.
Cuando dieron la salida el cielo aún estaba opaco,como si nos hubieran metido a correr en una caja de zapatos.Corríamos sin saber donde pisábamos.Nos sorprendíamos de los desniveles del circuito al que achacábamos los efectos del violento impacto del meteorito.Manteníamos el ritmo y mirábamos el reloj como única coartada para no pensar en el futuro.
Nos vimos en la meta donde nada parecía haber cambiado.Tan solo una cosa.Habíamos conseguido la medalla de bronce por equipos en nuestra categoría.Eso nos anestesió durante unos minutos pero no evitó que pensáramos a quien lo contaríamos.Con la ansiedad que brotó en ese instante sacamos nuestros teléfonos móviles de la mochila y apretamos sin convicción el botón de llamada.
Cuando colgamos,felices por haber contado lo que nunca esperamos,decidimos olvidar el asunto.
En el pódium.Como si nada hubiera ocurrido.(1ªGBR,2ºUSA,3ºSpain). |
Enhorabuena, campeones!!!
ResponderEliminarGracias Rosa!,y gracias también por el "retwitt".
ResponderEliminargrandes!!!!!!!!!!!!!!!
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